El Gimnasio José Joaquín “Papá” Carrillo de Parque Miranda se vistió de gala en la jornada de este 30 de abril para conmemorar el nacimiento de un equipo Panteras de Miranda, al que solo le faltó el triunfo para celebrar en alto su “Vintage Day”.
El conjunto felino, que se presentó al desafío luciendo un vistoso uniforme color amarillo de rayas blancas, parecido a los que se usaban durante el final de la década de los 80 e inicios de los 90, tropezó 85 a 78 frente a su similar Guaiqueríes de Margarita en un desafío en el que comenzó a todo tren, al adjudicarse el primer cuarto 24 a 21, pero que sufrió un bajón en el segundo para marcharse a los bastidores en desventaja hasta por 15 puntos (35 a 50).
De allí en adelante a los comandados por el entrenador Daniel Seoane le tocó remar contracorriente y de a poco, con el importado Avry Holmes una vez más haciendo de líder ofensivo, fue recortando distancias y poniendo presión a un elenco insular, que encontraba manera de repeler las arremetidas y mantenerse al frente 68 a 59 luego de jugarse tres periodos.
La amenaza selvática no iba a detenerse con Holmes y la aparición en el partido de hombres importantes como Elijah Minnie y el capitán Pedro Chourio. Este productivo trío puso el pie en el acelerador y no solo pudieron achicar la diferencia, sino que lograron incluso pasar al frente cuando restaba poco más de 2 minutos por jugar; sin embargo, un par de despistes sobre el final costaron caros y Guaiqueríes aprovechó para volver a tomar el comando de las acciones y no volverlo a perder hasta que sonó la chicharra final.
Por tercer juego consecutivo, Holmes sobrepasó las dos decenas de unidades al totalizar 21, con 2 rebotes y trío de asistencias. Minnie acumuló otros 15 contables, aunque tuvo un rendimiento más integral al capturar 7 balones desde las alturas y en defensa propinar hasta tres bloqueos.
El lauro, que hubiese sido el undécimo para la manada en la presente edición de la Superliga Profesional de Baloncesto, habría enmarcado un día que estuvo lleno de color, diversión bailes, obsequios y hasta buena música con la afamada agrupación Tambor Urbano, que deleitó a gran parte del público asistente, que palpó de primera mano una experiencia diferente, más allá de lo que representa un buen partido de baloncesto.